La participación en la segunda camada de LEATID fue algo que me cambió la vida. Primero, por lo que aprendí en términos de judaísmo, identidad, management, liderazgo. Aprendí cosas que me sirvieron para toda la vida y para lo que hice después profesionalmente. Además, me sirvió para convertirme en un profesional comunitario y sentir que mi identidad profesional pasaba por ahí. También, para desempeñarse posteriormente como dirigente voluntario. Ahí aprendimos a valorar lo que es la vida en comunidad. Formé un grupo de gente espectacular y después me quedaron muchas amistades. En mis roles como consultor, gerente general, gerente de RRHH, en todos volví a las carpetas de management de esa época porque es un material de primer nivel.